A tan solo cuatro semanas de la asunción de las nuevas autoridades electas el pasado 25 de junio, Pedro Ciarez, actual intendente, dejará varias decenas de contratados y se espera conocer cuantas son las plantas permanentes nuevas.
Si bien es una medida que favorece el merecido blanqueo de numerosos trabajadores y trabajadoras, «la demora con la que se movió en este tema en este último periodo de gobierno» es la crítica común; aún en su propio espacio político y de gestión.
Desde hace muchos meses se esperaba la definición de pasar a municipales del trabajo informal al correspondiente contrato y, aunque se conformó la comisión correspondiente, miembros de la misma siguen afirmando que «solo se nos convocó al principio, pero hay mucha gente que no fue tenida en cuenta en la decisión final».
La propuesta realizada en el mes de noviembre para los nuevos contratados (por seis meses) es la siguiente:
El cuadro anterior refleja los ingresos y descuentos correspondientes de quienes no tienen hijos o títulos, y como se indica cobrarían en mano $98.451. En algunos casos pueden sumar un porcentaje más por esos adicionales mencionados.
En todos los casos el «pase a contrato» es un importante y merecido avance para cada agente municipal, aunque también significa la pérdida de los años de aportes porque no se contempla la antigüedad.
Cabe señalar que en la nómina algunos trabajadores y trabajadoras cuentan hasta diez años, o más, de trabajo bajo la denominada figura de «certificados/das«. Los contratos comienzan de cero.
Una decisión sin el consenso con las autoridades entrantes ya que no hay, hasta hoy, una transición ordenada como lo solicita el Vecinalismo desde hace varios meses.
A todos estos contratos deben sumarse los pase a «planta permanente», con la salvedad que en estos casos el Estatuto del Empleado Municipal faculta al nuevo ejecutivo a revisar esas medidas por encontrarse fuera del termino de seis meses establecidos y los que podrían ser considerados «provisorios».